Durante este mes, la oferta artística y cultural en la capital mexicana estuvo de plácemes, ya que se prepararon más de 250 espectáculos, además de actividades académicas, para celebrar el XXIV Festival de México en el Centro Histórico.
En una suma de muchas voluntades, la Asociación Civil del Festival, surgida hace 24 años, se coordinó junto con patrocinadores, el INBA y la Secretaría de Cultura del Distrito Federal para ofrecer una muestra de las múltiples expresiones estéticas en boga.
Dentro de las mayores atracciones del festival, los asistentes pudieron presenciar la más reciente obra de Alejandro Jodorowsky: se trata de "Sueño sin fin", una puesta en escena dirigida por él mismo y que denomina como "teatro terapéutico".
La obra protagonizada por su hijo Brontis y la actriz Eliana Amato Cantone en el Teatro de la Ciudad, marcó el regreso de este talentoso artista que vuelve después de tres décadas fuera de nuestro país, luego de vivir en él por 17 años y en el que llegó a formarse teatralmente.
La producción, que se acerca al millón de dólares, estuvo financiada por el programa México En Escena del FONCA, así como por Artillería Producciones y el Festival de México en el Centro Histórico.
Aunque sólo el 30% de las actividades fueron gratuitas, este año el presupuesto se incrementó en 2 millones 500 mil pesos más con respecto al 2007. Se contó con alrededor de 65 recintos y plazas que dieron cabida a la diversidad de eventos en los que tuvieron un merecido lugar las manifestaciones tradicionales como la Orquesta Sinfónica Nacional o el Ensamble Libre de Ritmos Africanos.
La presente edición reunió en total a 922 Artistas de 20 países, quienes participaron en las distintas puestas en escena, conferencias, clases magistrales, talleres y exposiciones de artes plásticas que se realizaron. Sin duda, valió la pena darse cita en los espectáculos programados que en esta ocasión, sí incluyeron opciones para todos los gustos.
