miércoles, 23 de diciembre de 2009

Manifiesto en defensa de los derechos de Internet

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto y declaramos que:

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia

Este texto se publica multitud de sitios web
. Si estás de acuerdo, publícalo también en tu blog.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Parajes que atrapan


En la apacible contemplación de lo pasajero, tomo del librero el volumen de Francis Mestries Benquet, publicado por la Editorial Praxis. Se trata de Viajero en tránsito, una obra que marca el trayecto poético a los resquicios siempre inéditos del ser humano.


Manteniendo un apego por la abstracción, este libro reúne una serie de poemas que alcanzan la soltura, la naturalidad, la malicia y la sugerencia evocadora. Por medio de estas cualidades que determinan a cada uno de sus versos, Francis se sitúa como un conocedor de la literatura que sueña con ella y a la vez contruye sueños.


Con una acertada contundencia, va recreando los ambientes para darle forma a cada nicho de particularidades, a cada frase en despliegue por donde la concepción de su mirada artística se ajusta a la experimentación lúdica de las palabras que fusionan un significado en constante transición.


El autor, conocedor fraterno del lenguaje, invita a redescubrir el valor oculto de lo que somos como extranjeros en el lugar que nos vio nacer. Redime la condición del exiliado y se empeña en reflejar un espíritu libre. Entonando alegorías y sentidos convexos, patenta su vocación de explorador auspiciado por la sed de encontrar nuevos causes en el tejido de la poesía que le canta al poder de la naturaleza.


Sus intervenciones en los accidentes del azar, incitan a suponer que está hablando de algún secreto propio, que está compartiendo una experiencia profunda de su sensibilidad para entrar en contacto con el entorno de esos mundos visibles a los que conduce su escritura. Francis ofrece la nítida representación de la frescura sensorial sostenida, abierta a la capacidad reconstructora de su imaginario personal.


Asimismo, el poeta se deja hacer a la voluntad del viento, se deja recorrer en el intercambio de prebendas, antes de transcribir lo que dictan sus obsesiones circulares. Lo importante es que consigue, con necedad y sutileza, una poesía particular, en la trasparencia de las tradiciones entre Oriente y Occidente. Es en el encuentro con “lo otro”, donde se halla el claroscuro ingenioso del descubrimiento iniciático y de la resurgencia del mito.


La lectura de haikus, por ejemplo, es un cúmulo de evocaciones dotadas del aliento místico de la sincronía. En los cuadros de Remedios Varo, en las mezquitas de Estambul, o en la esfinge doméstica entumecida como las gárgolas de las catedrales, hay una constante búsqueda de la verdad en el viaje interior.


Con la cercanía de un corazón que palpita en la noche, los ojos ocultos se iluminan para emprender el viaje a la lectura y trasladarse a otros lugares; para instalarse en plena travesía y reclinar la cabeza ante la hermosura metafórica de los parajes que atrapan. Porque la escritura surgida desde esa capacidad de asombro pone a Francis Mestries Benquet, en primera fila, como empedernido observador de lo cotidiano.



jueves, 22 de octubre de 2009

Páginas de una bitácora de vuelo


Todo el mundo gira bajo la divisa de la especulación. Las editoriales juegan a la bolsa de valores y sólo apuestan por algún título cuando saben que la brújula de las ventas se inclinará a su favor. La mayoría de las publicaciones resultan predecibles o efectistas; producto de una manufactura fríamente calculada; una literatura donde no prima el contenido, sino lo bien que se haya planeado el marketing.


El libro Pájaros de Hispanoamérica es una muestra fehaciente que simboliza la excepción a la regla. Descritas sin petulancia, sino más bien con notable modestia, estas páginas trazadas por Augusto Monterroso, tienen como destino llegar a la máxima cúspide, es decir, a las manos de los lectores que quieran aventurarse en su bitácora de vuelo.


Desde las primeras líneas del prólogo, el autor advierte que los textos reunidos en su libro no son retratos; ni siquiera bocetos o apuntes, sino tan sólo los rasgos de ciertas huellas que algunos pájaros han dejado en la tierra, en la arena o en el aire, y que él ha recogido y ha tratado de preservar.


Incursionando en el género autobiográfico, el contenido es una miscelánea de relatos ingeniosos que dan testimonio de las amistades y afinidades del autor con personajes como Julio Cortázar, Ernesto Cardenal, Luis Cardoza y Aragón, Alfredo Bryce Echenique, Juan Rulfo, entre muchos otros escritores de nuestra lengua.


Como es natural, en los recuerdos que privilegia, hay tanto de él como de los pájaros a los que alude. Fiel a esta idea, atrapa con singular estilo el diseño multicolor de su plumaje y sin entretenerse en la trayectoria aérea de ninguno, logra confeccionar instantáneas que forman parte de sus más cordiales encuentros.


El apartado dedicado a Borges comienza con la confesión de que al descubrirlo le chocaba. Cuenta, más adelante, cómo cambió su opinión inicial acerca de él hasta llegar a sentir una gran admiración: “Debemos a Borges el habernos devuelto, a través de sus viajes por el inglés y el alemán, la fe en las posibilidades del ineludible español”.


Las experiencias que cita nos acercan a través del discurso anecdótico, a los protagonistas de la literatura hispanoamericana, pero sobretodo a los afectos y simpatías del narrador guatemalteco. Estos pájaros que sacuden sus alas y obtienen una milagrosa elevación para conformar una feliz polifonía, rompen con los consabidos esquemas editoriales.


Al final, el autor se denomina ornitólogo y nos conduce a lo largo de sus exploraciones, descubrimientos y manías. Otras veces, nos proporciona la alegría de haber sentido las mismas vivencias y nos va dando sobre la marcha las armas para acercarnos con gozo a los desafíos de su labor.


Adivinamos allí a un hombre de nuestro tiempo; sereno al cabo de sus angustias, cauteloso sin llegar a ser jamás conservador. Un escritor de legado portentoso cuyas líneas están hilvanadas con un tono humorístico y donde cada experiencia se convierte en materia memorable.



jueves, 24 de septiembre de 2009

Mexicanos al grito de fiesta


Desfile de confeti por los aires, lluvia de espuma, cuetes en medio de las calles; mexicanos con piel de alebrijes. Algarabía postergada hasta hoy, único día en que la libertad insurgente se proclama.


Mujeres, libertinos y niñas, en un zócalo de contradicciones se dan cita; los héroes nacionales con el grito recobran, desde sus altares, un aliento momentáneo de bulliciosa vida.


Los excesos de todo orden se mezclan con los patrióticos colores de una bandera corrompida; soberanía disfrazada, capacidad de elección inducida, que en manos del presidente en turno, arde en el cielo incipiente como los fuegos artificiales que pasan inadvertidos.


Mexicanos al grito de fiesta, raza huraña de mil matices, congregada alrededor del ímpetu peregrino para celebrar con bombos y platillos, una batalla de siglos, una conquista instaurada en la memoria colectiva.



sábado, 22 de agosto de 2009

Entrevista para Escribeya.com


Entrevistadora: Susy Myriam Selios.

Tenemos el gusto de recibir en nuestra sala virtual a otro de nuestros amigos. Nacido en 1979, de carrera periodista y escritor por vocación. Como él mismo lo expresa al leer su presentación en su perfil, siempre concede un gran valor a desarrollar relaciones de calidad y asegurarse de que están mejorando. Esto deja al descubierto a una persona de pensamientos y sentimientos muy profundos. Hecha la presentación, aquí comenzamos:


1.- ¿Como escritor, qué te agrada escribir?

Me gusta escribir sobre lo que miro a diario, lo que descubro en mis exploraciones por el mundo, así que en ocasiones esbozo mis puntos de vista en una libreta y cuando releo algo que me llama la atención, le agrego más palabras hasta que nace un cuento. Otras veces, transcribo mis emociones y las rimas van saliendo a flote hasta convertirse en un poema. En realidad, intento expresarme sin tener un sólo género en particular.


2.- ¿Escribes sobre una idea o dejas que tu pluma camine libre en el papel?

He probado con varios métodos para dejar por escrito lo que cruza por la mente. Siento que la mayor parte del tiempo dejo que las ideas fluyan sin ponerles obstáculos, aunque algunas al principio suenen muy descabelladas. Sin embargo, también me ha ocurrido que escribo algo, luego de darle vueltas y vueltas. Creo que lo importante es soltar la imaginación y dejar que te guíe por senderos inéditos.


3.- ¿Qué ha significado para ti estar en Escribeya.com?

Para mí ha sido una experiencia muy gratificante el hecho de poder encontrar a gente que se dedica a escribir por este medio. He conocido amigos y amigas de otros países con la misma satisfacción por la lectura y la escritura, lo cual me abrió una ventana enorme para sentirme parte de una comunidad que está más allá de las fronteras.


4.- ¿A qué país perteneces y qué escritores de tu país destacas más?

Soy orgullosamente mexicano, nací en la capital más habitada del mundo. De mí país podría mencionar a escritores como Juan Rulfo, Carlos Fuentes, José Emilio Pacheco, Juan José Arreola, Juan García Ponce, José Agustín, Alfonso Reyes, Jaime Sabines, Gabriel Said, Alberto Chimal, Alberto Ruy Sánchez, Jorge Ibargüengoitia, Vicente Leñero, Ricardo Garibay, Octavio Paz y tantos otros que no mencionaré por cuestiones de espacio, pero que al igual que los anteriores son totalmente recomendables.


5.- Cómo, por qué y cuándo comenzaste a escribir?

Comencé a escribir cuando estaba en la universidad, aunque desde que estaba en la preparatoria hacía mis intentos. Al acercarme a la literatura dentro de la carrera de comunicación y periodismo, conocí a muchos autores cuyos libros disfruté leyendo. Además, tuve buenos maestros de literatura universal que lograron despertar en mí el interés en las letras. Así, sin darme cuenta, un día supe que escribir significaba un hábito muy importante en mi vida, del cual ya no me podía privar.


6. ¿Lees? ¿Qué clase de textos te atraen más?

Claro que leo, todos los días y a todas horas. Leo por cuestiones de trabajo, pero también por divertimento y por curiosidad. Me atrapan desde las noticias, los reportajes, las crónicas de los diarios hasta las revistas científicas. Por supuesto, leo antologías de poesía, novelas clásicas, pero también novedades editoriales y ensayos sobre literatura, cultura y sociedad.


7. -¿Qué haces cuando no puedes escribir?

Cuando no puedo escribir nada y me siento bloqueado, lo que acostumbro es oír música para distraer a la mente obsesiva. Otro remedio inevitable es ponerme a leer lo que tenga a la mano para buscar palabras clave que me inciten a volcarme en un nuevo intento para llenar la hoja en blanco. Salir a caminar y dar un paseo sin tener un rumbo fijo es otra buena opción.


8. -¿Cuál es tu sitio preferido a la hora de escribir?

Tengo tres sitios especiales, el primero es mi cama por la comodidad que ofrece; el segundo mi estudio, donde tengo todo lo necesario para abstraerme de los distractores, lo cual me permite concentrarme y encontrar ese instante apropiado para escribir. El otro, es la azotea de mi casa, siempre y cuando no esté lloviendo ni haga mucho frío.


9.- ¿Qué nos dices del folclor de tu país?

Bueno, hay muchísimas cosas que distinguen a México, desde sus paisajes coloridos, su flora y su fauna silvestre, sus zonas arqueológicas y los monumentos que son considerados patrimonio de la humanidad. La música mexicana también cuenta con grandes exponentes, al igual que el cine o la pintura donde destaca Frida Kahlo a nivel internacional. Las tradiciones y costumbres también ocupan un lugar relevante en la cultura mexicana. Además, su comida típica es muy rica en platillos de todo tipo, siempre con su toque picante.


10.- ¿Cómo te autodefines, pensador o creyente?

Soy pensador principalmente, me gusta reflexionar acerca del papel que tenemos en esta época que vivimos, pero también soy creyente, un ser espiritual pero no precisamente religioso.


11.- Cuéntanos algo de ti. ¿Cómo eres?

Soy una persona con mucha imaginación, sensible y tranquilo por naturaleza. Por lo general trato de mantener el cuerpo, la mente y el espíritu en equilibrio. Soy compasivo con quien lo merece y me gusta defender las causas nobles. Tiendo a ponerme en los zapatos de los demás, por ello se me facilita conocer el estado de ánimo de quienes me rodean. Soy un ser cambiante y flexible, pues me adapto de inmediato a las circunstancias. Siempre tengo la necesidad de expresarme y hacer realidad mis más secretas fantasías.


12.- ¿Cuáles son tus sueños?

Mi sueño principal es consolidarme profesionalmente en el ámbito cultural y luego publicar una serie de libros dedicados al erotismo. También sueño recurrentemente con vivir en un mundo sin guerras, sin delincuencia y sin drogadicción. Otras cosas que sueño son viajar a París, a Madrid y a Berlín. Conocer las pirámides de Egipto y conocer a Filipa Giordano.


13.- ¿Cómo está constituida tu familia?

Mis padres, mis dos hermanos, mis nueve primos, mis cinco tíos, mis dos cuñados y un par de sobrinos traviesos. A mis abuelos maternos y paternos que ya pasaron a mejor vida, aún los recuerdo con mucho cariño y admiración.


14.- ¿Qué opinas de estas entrevistas?

Me parece una forma ingeniosa para acercar a quienes conforman esta comunidad que va creciendo vertiginosamente día con día. Se me ocurre que sería interesante realizarlas en tiempo real y que los demás miembros de pudieran hacer sus preguntas simultáneamente, aunque sé que por cuestiones de tiempos y horarios resulta bastante complicado.


15.- ¿Qué opinas de los Foros libres de Escribeya.com?

Hay de todo. Antes no tenía mucho tiempo para participar en ellos, pero reconozco que de vez en cuando les seguía la pista, sobretodo cuando aparecía alguna convocatoria para concursar, pero confieso que también fui testigo de discusiones absurdas donde incluso se perdía el respeto. Creo que hay quienes deciden aprovecharlos para difundir valiosas aportaciones y quienes se la pasan promocionando sus textos hasta el cansancio y creando polémicas estériles.


16.- ¿Cuál es la pregunta que no te hice?

A quién me gustaría conocer en Escribeya.com


17.- ¿Y si te hago ahora la pregunta?

Me gustaría conocer a personas de todos los credos y culturas. Amantes de la naturaleza y de sus semejantes. Sin prejuicios arraigados ni racismos sin sentido. Viajeros del mundo que busquen atesorar nuevas experiencias. En definitiva, seguidores del arte en todas sus manifestaciones, que les guste compartir sus filias y sus fobias.


18.- ¿Qué opinas del mundo que vemos venir?

Vemos una perspectiva donde las diferencias se acentúan, la vida se encarece y la igualdad de oportunidades se ve limitada, donde los derechos humanos se violan y los políticos continúan con su teatro del engaño. Por otro lado, también es un mundo cambiante, con múltiples avances en el ámbito de las tecnologías, con descubrimientos científicos que resultan asombrosos e innovaciones de toda índole que hace unos años se antojaban impensables. A groso modo, vivimos una situación en la que los compromisos de los gobernantes y la cooperación para el desarrollo cultural de las sociedades determinarán nuestro futuro inmediato.


19.- Quisiéramos pedirte que dejaras un mensaje a los compañeros.

Claro que sí, con todo gusto. A todos los compañeros les pido que no dejen morir sus sueños, que persistan en la lucha cotidiana, que las letras caen por su propio peso, aunque muchos digan que se las lleva el viento. Les diría que sigan participando en esta gran comunidad de letras, porque escribir es una terapia emocional, un exorcismo de nuestros fantasmas internos y un enriquecedor aliciente para existir. Si alguien los intenta desviar del camino, den la vuelta o den unos pasos alrededor para seguir con su propia travesía. Es arduo el camino y como lo dije alguna vez, este es un oficio de incertidumbres, pero bien vale la pena.


Gracias Alejandro por tu presencia hoy en nuestra sala virtual. Gracias por tu calidez a la hora de responder las preguntas. Gracias, muchas gracias.

martes, 21 de julio de 2009

Sin paliativos ni falsas moralinas


¿Qué es exactamente la literatura homosexual? Podría hacerse un inventario kilométrico de escritores que han abordado explícitamente el tema homosexual en sus novelas, poemas y ensayos a través del tiempo. Safo, Oscar Wilde, Federico García Lorca y Salvador Novo son algunos de los más famosos pero jamás, que yo sepa, reivindicaron un espacio propio que no fuera el literario.


Hasta hace poco, había que sortear muchas dificultades antes de encontrar textos que hablaran al respecto. Ahora las librerías especializadas se han encargado de situar un rinconcito gay dentro de sus aparadores. Sin embargo, lo único que nos revela lo anterior es el desmesurado afán que tenemos por las clasificaciones que, si bien tienen algún provecho en la ordenación del mundo, por otra parte distorsionan gravemente la realidad y la simplifican en extremo.


Cuando Marguerite Yourcenar escribió “Alexis o el tratado del Inútil combate”, por ejemplo, habló con claridad de un gran problema: la autenticidad del homosexual. ¿Dijo en algún momento que aquello era literatura homosexual? Por supuesto que no. Sólo escribió literatura. Marguerite escribió espléndidamente y lo hizo por pura vocación literaria. Si ella habló de esa condición fue porque íntimamente le tocaba y así lo quiso.


Estaba dirigido a todo el público y no a un gueto determinado. Le bastó con hacerlo sin más. En este sentido, aunque parezca mentira el tema siempre será secundario. Un poeta comentaba un día que sus conocidos le cuestionaban su sexualidad al saber que se dedicaba a escribir poemas. Y es que mucha gente se equivoca al relacionar la sensibilidad del escritor con la posibilidad de que sea homosexual, hecho que sólo ejemplifica los prejuicios con los que en pleno siglo XXI seguimos viviendo.


Cuando hablamos de literatura, hablamos de historias obsesivas y pasionales cuyo carácter ficcional se nutre del espejo roto de una realidad delimitada por la injusticia, los atropellos, la desigualdad y la discriminación generalizada. Porque incluso aquello que resulta monstruoso a la vista de las “buenas conciencias” cabe en la literatura.


En ella se cuenta siempre la experiencia humana, tal cual, sin paliativos ni falsas moralinas. Por eso, demuestra que salen sobrando las etiquetas. Como decía Séneca, prefiero molestar con la verdad que complacer con adulaciones. Así, si yo quiero escribir sobre esto lo hago y punto. Y es para todos, sin excepción.



lunes, 29 de junio de 2009

Cuando la vida es una novela


Para nadie es un descubrimiento que muchos consideren a García Márquez su escritor favorito. Desde las reinas de belleza en los concursos de Cartagena hasta los grandes conocedores de literatura, lo han repetido tanto que ya se ha convertido en un estribillo desde hace tiempo.

Tal vez por eso, al Nobel se le vea siempre en su nicho de celebridad y a todos sus amigos incondicionales les parezca común ubicarlo allí. Sin embargo, esa costumbre ha prevalecido desde el día en que publicó Cien años de soledad hasta hoy, porque responde a la condición rarísima que tienen sus libros, los cuales se jactan de ser a la vez éxitos en ventas y buenas piezas de literatura.

Suele ocurrir en el ámbito editorial que un libro se venda mucho sin volver a repetir la hazaña; o en su caso, que se vendan satisfactoriamente varios títulos de literatura “barata” de un mismo autor. Pero bueno además de popular, sólo García Márquez.

Gabo, como se le comenzó a llamar en México cuando era una joven promesa que pocos conocían, acude a dar un paso más en la creación de lo que bien pudiera ser su monumento definitivo.

Cuando la vida es una novela y lo menos que se puede hacer es contarla, García Márquez vuelve a publicar. Condensada en más de quinientas páginas inolvidables, la autobiografía del escritor colombiano se perfila como un libro de culto al llegar a manos de sus lectores.

Con el lanzamiento de Vivir para contarla, publicada por la editorial Diana, culmina su gran trayectoria al despertar una efervescencia, una curiosidad e incluso una expectación de gozo que muy pocas veces se ha dado en el mundo de la literatura.

Se trata, ni más ni menos, de algo que está por encima de lo que cualquier escritor de nuestro tiempo nos puede obsequiar. Con esta obra, el Gabo nos ofrece un ramillete de imágenes y de anécdotas que forman parte de la leyenda que él mismo ha edificado a su alrededor.

Después de humedecer con los dedos la última página, la suma de sus recuerdos nos permiten situarnos al lado del autor hasta ser cómplices en esa travesía de acontecimientos, los cuales burlaron los incontables obstáculos que trataban de impedir su destino como hombre de letras.

Vayamos cuanto antes a escudriñar sin remordimientos el mítico pasado de su vida documentada que hoy se abre lleno de momentos pretéritos renovados por el prodigio de la memoria. Quienes seguimos su itinerario refrendamos con admiración la magia evocadora que su último libro contiene.

Aunque el estribillo parezca ya tantas veces repetido, García Márquez ocupa el lugar más importante de la lengua castellana y habrá que esperar seguramente otras épocas para tener con quién medirlo en su justa dimensión.


domingo, 24 de mayo de 2009

La perversidad de la mirada

Siempre quisiste llevar a cabo esa pequeña obsesión. Filmarla mientras hacían el amor, descomponer las líneas de su cuerpo en infinitos fragmentos y luego proyectarlos en la pantalla según tu voluntad. Como en Sleep de Andy Warhol, pero sin ser la travesía completa de una noche de sueño. Usando una cámara que atrapara el desplazamiento de la respiración, una cámara ávida que absorbiera la mudanza de los poros.

Saltas dentro de la pantalla y te apoderas de todo lo que encuentras. Necesitas una mujer que sea cien mujeres, imágenes de esa mujer que alumbren como octubre, reflejos en donde te poses en las noches. Ella cubre tus pensamientos como una nube sin fin.

Ella se recuesta y los bordes suaves de su cuerpo quedan subrayados por la luz de la pantalla. Contemplas esa conjunción de cuerpos a tu gusto, ella está desnuda y a la intemperie de tu mirada para examinar sin apuro las tibiezas cóncavas que se abren hasta alcanzar los muslos, más delgados de lo que se ven cuando ella se sienta encima de ti, con sus senderos húmedos, también sumisos al tacto.

Le apartas las piernas con destreza, eso se ve en la imagen, y la acaricias con tu lengua en aquel cuenco ardiente del que jamás se sacia, y aunque la pantalla no delata las fricciones, no puedes contener un suspiro lleno de placer.

Por fin ahora la mujer te pertenece por completo, puedes hacer lo que quieras con sus pezones erectos hasta tatuar en su carne una marca indeleble y luego contemplarla cuando se te dé la gana. Los movimientos en la pantalla irradian una sexualidad primitiva, con un fuerte olor animal. Hay tanto peso de la realidad en la imagen que tus sentidos parecen haberse fugado adentro del mismo video; y si no fuera porque tienes a la mujer atrapada en tu cámara, si no pudieras reproducirla cada vez que se te da la gana en el televisor, quizá no podrías traerla hacia ti, o acercarte a los pliegues de ese cuerpo que te pertenece cada vez más mientras lo oyes respirar infinitamente cuando se aceleran los movimientos.

Luego congelas la imagen y la agrandas para guardarla mil veces multiplicada y tenerla siempre a tu alcance. Te sientes solo en la cabecera de la cama y ante el televisor intentas poseer su imagen de nuevo, reanudando ese performance que sólo tú conoces.

Este aparente juego permite que aflore un nuevo tipo de expresión; miras el video como si se tratara de un montaje escénico que en la sucesión de cuadros por segundo se va perfeccionando en un arte que cada vez se acerca más a la vida cotidiana, donde distingues su carácter imprevisto y no planeado de representación. Bajas el volumen del televisor y sientes como sus gemidos plenos de excitación crean resonancias y tonos que llenan el espacio con su propio espíritu. El resultado de experimentar con esa especie de perfomance arroja elementos no tradicionales que te llevan a querer romper los bordes físicos que no se pueden traspasar, alucinando una poderosa interacción entre ellos.

El efecto de la aceleración de la imagen es perfecto y la irrealidad se despierta en ti; extiendes las manos para tocar a tu mujer aunque sabes que su cuerpo es sólo un dibujo de la luz sin olor ni sabor, y que alguna vez tendrás que contarle todo lo que has hecho con esas imágenes y todo lo que esas imágenes te han hecho. Apagas la cámara, tus dedos están temblando.

domingo, 3 de mayo de 2009

La epidemia del engaño


Las últimas semanas hemos vivido un intenso bombardeo respecto a la influenza, sobretodo cuando la Organización Mundial de la Salud elevó su nivel de alerta. No obstante, las cifras oficiales de casos confirmados con este virus, indican que estamos lejos de enfrentar una pandemia de grandes dimensiones.


La tendencia natural a la sobrevivencia nos ha llevado a tolerar las restricciones con tal de sentirnos más seguros, pero la pregunta principal debe ser si verdaderamente se ameritan las medidas extremas que se han tomado no sólo en el DF, sino en muchas otras ciudades en el mundo. Lo único que se ha generado con esto, es una epidemia de desinformación que lejos de ayudar, provoca mayores dudas al respecto.


La razón para desconfiar de lo que aparece en los medios es elemental, pues resulta lamentable volver a los tiempos en los que se desvirtúa la lógica bajo los inventos de un peligro inminente sin fundamentos reales. El Presidente y el Jefe del Distrito Federal han subestimado el sentido común de la sociedad. De tal modo, han ejecutado acciones que han afectado al país, las cuales sólo demuestran una notable incapacidad para manejar la situación.


Ya vimos adonde llevó la privatización de la banca, otra pandemia invisible de unos cuantos que afecta las vidas de más de 6 mil millones de habitantes del planeta. El fraude neoliberal de la banca depredadora desembocó en la nacionalización invisible que deberá ser subsidiada por las víctimas, es decir, por todos sus derechohabientes.


Entre tanto, los gobernantes de los estados pelean el protagonismo político, además de fomentar el pánico en la gente a través del radio y la televisión, que cuando se entere que ha sido engañada, dará muestras de la indignación que ya se acumula en todos los estratos. Así pues, no es posible que nos dejemos vencer por la histeria colectiva, como tampoco debemos caer en el escepticismo que deriva en la teoría de un complot internacional.


Sin embargo, tal parece que el gobierno panista está jugando con la inteligencia de los mexicanos mientras aprovecha el miedo que se ha producido para tomar decisiones que no están encaminadas al beneficio común. Ya llegará el momento en que tengan que rendir cuentas a la población a la que han estado manipulando, porque desviar la atención sobre una epidemia inverosímil costará muy caro a partidos políticos y gobernantes.


Por otro lado, si analizamos las plagas que nos han azotado a través de los años, veremos que han sido más letales y aún así hemos sobrevivido a ellas, aunque no sin dificultades: me refiero a la pobreza, la corrupción, las consecuencias del calentamiento global, los terremotos, las inundaciones, así como a las crisis económicas recurrentes.


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