Amarillo Editores-Trebuchet ha publicado más de 50 títulos literarios desde el 2004. Entre ellos, Gabriel Tapia se une con su novela a esta colección de ediciones pensadas para un público nuevo que no esté peleado con las propuestas inéditas.
“Hay que leerse con dedicación, porque con dedicación fue escrito”, afirmó la editora Mónica Soto Icaza en el Café-Bar “Las Hormigas, en el segundo piso de la Casa del Poeta. Según sus palabras, si Tapia pudiera hacerlo, estaría todo el tiempo escribiendo sin dedicarse a ningún otro asunto.
Durante la presentación le agradeció el hecho formar parte de su sello editorial y le deseó que en un futuro pueda vivir de su mayor pasión que es dedicarse a la escritura. “Héctor y Bonifacio” nos recuerda que las palabras siempre son salvadoras, sin importar de dónde provengan”, expresó.
Esta novela corta en páginas, mas no en imágenes poéticas, surge de las experiencias propias del autor, quien a través de un lenguaje sencillo nos comunica con destreza sus inquietudes más íntimas; la necesidad de contar hallazgos en el terreno de lo imaginario.
El hilo filial entre padre e hijo es la amalgama de este texto en el que nos presenta un teatro del mundo, a la manera de Calderón de la Barca, habitado por una multiplicidad de personajes entrañables. “El amor no se habla, se siente”, dice Tapia en defensa de los protagonistas de su historia.
Gabriel Tapia nació en la Ciudad de México. Es profesor de literatura; dentro de su formación ha tomado varios talleres con maestros como Daniel Sada. Su primer poemario titulado “Esencia de algunas personas del vivero donde habita el ángel de la voz de Dios” es el título de su primer poemario el cual está pronto a publicarse bajo el mismo sello.
Actualmente, quien también prepara la novela “Intempestiva lluvia de febrero”, admira a novelistas como David Toscana, Mario Bellatín y Gabriel García Márquez. En breve, se prepara para iniciar un curso sobre la figura del escritor checo Franz Kafka en el Centro Cultural el Juglar donde las inscripciones aún están abiertas.
“Hay que leerse con dedicación, porque con dedicación fue escrito”, afirmó la editora Mónica Soto Icaza en el Café-Bar “Las Hormigas, en el segundo piso de la Casa del Poeta. Según sus palabras, si Tapia pudiera hacerlo, estaría todo el tiempo escribiendo sin dedicarse a ningún otro asunto.
Durante la presentación le agradeció el hecho formar parte de su sello editorial y le deseó que en un futuro pueda vivir de su mayor pasión que es dedicarse a la escritura. “Héctor y Bonifacio” nos recuerda que las palabras siempre son salvadoras, sin importar de dónde provengan”, expresó.
Esta novela corta en páginas, mas no en imágenes poéticas, surge de las experiencias propias del autor, quien a través de un lenguaje sencillo nos comunica con destreza sus inquietudes más íntimas; la necesidad de contar hallazgos en el terreno de lo imaginario.
El hilo filial entre padre e hijo es la amalgama de este texto en el que nos presenta un teatro del mundo, a la manera de Calderón de la Barca, habitado por una multiplicidad de personajes entrañables. “El amor no se habla, se siente”, dice Tapia en defensa de los protagonistas de su historia.
Gabriel Tapia nació en la Ciudad de México. Es profesor de literatura; dentro de su formación ha tomado varios talleres con maestros como Daniel Sada. Su primer poemario titulado “Esencia de algunas personas del vivero donde habita el ángel de la voz de Dios” es el título de su primer poemario el cual está pronto a publicarse bajo el mismo sello.
Actualmente, quien también prepara la novela “Intempestiva lluvia de febrero”, admira a novelistas como David Toscana, Mario Bellatín y Gabriel García Márquez. En breve, se prepara para iniciar un curso sobre la figura del escritor checo Franz Kafka en el Centro Cultural el Juglar donde las inscripciones aún están abiertas.
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